jueves, 3 de febrero de 2011

Hay algunas formas de presentar el Acuerdo de las que se debería de huir

Enlace para el texto completo desde “el blog de CCOO Aragón” http://baylos.blogspot.com/2011/01/el-acuerdo-de-reforma-del-sistema-de.html


La primera de ellos es la de afirmar que se trata de un pacto que garantiza el sistema y su sostenibilidad, porque éste es el objetivo de cualquier intervención sobre la seguridad social como una condición implícita de la misma. Como el acuerdo se sitúa en una estrategia defensiva y endurece los requisitos de acceso a la prestación, se genera un equívoco muy negativo al identificar medidas restrictivas con sostenibilidad del sistema (……………………)


Tampoco es conveniente iniciar el discurso de las “victorias”. Es muy frecuente que se diga por todos los interlocutores que el acuerdo ha significado una victoria para el sujeto pactante o incluso que los comentaristas hablen de una “victoria” de todos los contendientes. La palabra se reconduce a una visión triunfalista que el sindicato no puede asumir como forma de explicación del acuerdo (…….)


(…. ) hay que ir preparando los elementos que permitirán recuperar fuerza contractual y capacidad de presión al servicio de una estrategia de recuperación de los derechos y la extensión de una perspectiva emancipatoria.





Articulo en Publico de Vicenç Navarro, catedrático de Políticas Públicas de la Universidad Pompeu Fabra y excatedrático de Economía de la Universidad de Barcelona http://blogs.publico.es/dominiopublico/3000/contra-el-retraso-de-la-jubilacion/


Una última observación. Los sindicatos CCOO y UGT han hecho lo que tenían que hacer: han defendido en condiciones dificilísimas los intereses de los trabajadores. Debido a su esfuerzo se suavizaron algunas de las propuestas más duras del Gobierno y la reforma mejoró considerablemente. Es injusto que se les acuse de traicionar a la clase trabajadora, pues hicieron lo que pudieron, aunque se les puede reprochar que nunca debieron haber aceptado el retraso obligatorio de la jubilación. Creo que lo hicieron porque asumieron (erróneamente) que no tenían la suficiente capacidad de movilización para parar tal medida. Pero les rogaría que, una vez pactada la reforma, no repitan ahora, como justificación de su aceptación, los mismos argumentos que hicieron aquellos que los propusieron desde el principio. Referirse al cambio demográfico como justificación de la propuesta es convertirse en parte del problema en lugar de ser parte de la solución.