jueves, 16 de diciembre de 2010

Trabajar más para vivir menos tiempo.


El alargamiento, de los 65 a los 67 años, de la edad obligatoria de la jubilación afectaría de una manera muy desigual a distintos sectores de la población.

La distancia de años de longevidad entre las clases sociales es en España de 10 años entre clases acomodadas y un trabajador no cualificado con más de cinco años en paro, mientras que el promedio UE - 15 es de siete.

A partir de estas cifras puede concluirse que, puesto que la longevidad es tan distinta según la clase social, es profundamente injusto que todos deban obligatoriamente jubilarse al mismo tiempo.


Es profundamente injusto pedirle al personal de la cadena de una fábrica que trabaje dos años más para pagar la pensión del Jefe de Departamento, que probablemente le sobrevivirá seis u ocho años más.


Pero a esta injusticia se añade otra, y es que el alargamiento de la esperanza de vida en los últimos 30 años ha sido también muy desigual. Las clases acomodadas y clases medias han visto cómo se alargaba su vida mucho más rápidamente que la clase trabajadora.

Tal incremento ha sido mucho menor, sin embargo, en las rentas inferiores (primordialmente trabajadores no cualificados), que no han visto crecer su esperanza de vida ni siquiera dos años, con lo cual el retraso de dos años de su edad de jubilación significaría incluso una reducción de sus periodos de pensionista en comparación con pensionistas anteriores


Acude a la Manifestación el día 18 de diciembre
Zaragoza, Pza. San Miguel 12:00