"En los centros de producción (excepto Puentegenil) se ha
producido una intensa crispación como consecuencia de distintos factores:
a) las
duras medidas que se plantean aplicar,
b) la intromisión de incumplimientos sobre lo pactado en el SIMA (amenaza de impago de salario de octubre que culmina en un pago parcial del 80%),
c) la firma de un
preacuerdo innecesario por UGT, que ha generado más confusión que soluciones,
d) ausencia de un desarrollo de todos los aspectos que clarifiquen el ERE: escala
de reducciones salariales por tramos, criterios de salidas,
e) indemnizaciones
periodificadas, sin garantías suficientes de recursos para hacer frente a las mismas,
f) condicionantes relacionadas con el futuro de la actividad y el
empleo."
La conclusión es que los puntos anteriores son los que han orientado la respuesta de los trabajadores en las urnas.